Las comunidades mexicanas y otros migrantes provenientes de Centroamérica que radican en Estados Unidos consumen atole, una bebida prehispánica que tiene diversas variantes y que suele acompañarse con tamales, o ser el remedio para el frío durante el invierno, además de tener versiones ricas en vitaminas.
El atole forma parte de la gastronomía mexicana y se encuentra presente como acompañante del desayuno o en las noches fías, de acuerdo con el gobierno de México.
Además de tener buen sabor, aporta diferentes nutrientes y tiene una historia que se remonta a la época prehispánica no solo en territorio mexicano, sino también en otros países de América Central, como Guatemala.
Esta bebida se preparaba originalmente con harina de maíz en agua y las proporciones empleadas permitían que adquiriera espesor y viscosidad, aunque con el paso del tiempo la receta se modificó y se agregaron especias y frutas para mejorar su sabor.
Algunos otros ingredientes que también forman parte del atole son el cacao, vainilla, canela, anís, flor de azahar, hojas de naranjo, chocolate, jugo o pulpa de frutas, y otros saborizantes.
Otra característica relevante del atole es su dulzor, que tradicionalmente se obtiene del piloncillo, azúcar o miel. Actualmente, además de la base de maíz original, también se pueden emplear harinas de arroz o trigo y cambiar el agua por leche.
El atole de guayaba es una de las versiones más ricas de esta bebida y también posee vitamina C, que ayuda durante la temporada invernal a prevenir resfriados, de acuerdo con México en mi cocina.
Para preparar esta bebida se necesitan los siguientes ingredientes:
Para la preparación:
El atole de guayaba es una bebida rica en sabor y en nutrientes, especialmente si se utilizan frutas frescas o enlatadas sin azúcares añadidos, de acuerdo con Milenio.
Algunos de los beneficios de las guayabas son su elevado contenido de vitamina C, que es útil para reforzar el sistema inmunológico y un auxiliar en la prevención y el tratamiento de enfermedades respiratorias, como el resfriado.
También se trata de una fruta rica en antioxidantes, que pueden reducir las molestias relacionadas con enfermedades virales y protegen al cuerpo del daño celular. Además, tienen una buena cantidad de fibra que es positiva para el sistema digestivo, aporta hidratación y minerales importantes.
Por su parte, el atole simple también es rico en nutrientes cuando su base es el maíz. Los atoles blancos son los que se preparan con maíz nixtamalizado y aportan fibra, antioxidantes, calcio, potasio, magnesio, fósforo y zinc, así como vitamina B1 y B7, según el Poder del consumidor.

